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viernes, 10 de mayo de 2019

Soledad.


A veces nos sentimos solos, pero todo está en nuestra mente… esa que nos ayuda en tantas ocasiones, esa que a veces, nos destruye sin piedad.

Ante la sensación de soledad, siempre hay un gimnasio donde ir para ampliar nuestra red social… si te gusta la gimnasia, claro.
Un taller donde apuntarnos, relacionarnos y estar distraídos, si te interesa la actividad del taller, claro.
Una afición que nos trasporta y nos hace sentir bien, e imagino que algo de este mundo te interesará

Pocos, pero buenos amigos, de esos que se les llama y se queda a tomar café, de esos que no preguntan, que no cuestionan tus ausencias,  pero cuando vuelves, siempre te reciben de buen grado, sin reproches.

Disfrutar con tu trabajo y agrandar tu red, pero esta vez laboral.
Interactuar con otras personas. Cajeras de supermercados, verduleras y boticarios… incluidos, desde la cercanía y la humildad.

La suma de muchos momentos cotidianos, hace que no te sientas solo.
Y cuando te sientas solo, siempre tienes una casa por organizar, un coche por limpiar, un recado por hacer, algo por arreglar, una llamada que realizar, un ordenador que formatear...

La soledad es un estado mental. Puedes estar solo pero sentirte acompañado, o puedes estar muy acompañado, pero sentirte muy solo.

Tu elijes.




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