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lunes, 27 de mayo de 2019

Community.


Cuando estas en un sitio tan grande como es un hospital, con tu familiar, seis horas al día, siempre haces amigos.

Necesitas el cariño de los otros, su compañía, su apoyo, y ellos necesitan el tuyo.

He hablado dos días con la limpiadora, tres con la auxiliar, una con el enfermero, con la hija y el yerno, también motero, de la señora de la cama de al lado y bueno, son importante esas conversaciones.

Solo he encontrado brusca a la señora que trae las bandejas de la comida, que cambiar un yogurt por una pera, tampoco es como para "volverse muy loco", pero en fin, bastante tiene ya como para tenerselo en cuenta.

También he hablado con los vendedores de productos ONCE y con Manuel, el Secretario de la peña de motos El Pistón, pero esos no cuentan, ya los conozco aunque resulta agradable saber que están allí, que tienes sus móviles y si necesitas algo, siempre te van a ayudar.

Son importantes esas charlas. Te hacen tu tarde mas llevaderas y te distancian de tu sufrimiento.

Hoy me ha llamado mucho la atención un señor mayor de raza gitana.
Muy grueso, en la salida del hospital, con la bolsa del pis en la mano, fumando, acompañado de su esposa, hijo, nuera y nieto.

Es lo bueno que tienen los gitanos, su sentimiento de familia.
Ese sentimiento me encanta.
Su respeto a los mayores.
Ese respeto me encanta.
Su amor a los animales.
Ese amor, también me encanta.

No me ha gustado un comentario que me ha hecho una persona, sin mala intención.
El es soltero como yo.
Tiene una hija pero creo que no la ve con mucha frecuencia.
Hoy era su cumpleaños y me ha dicho, "cuando nos toque a nosotros, veremos a ver quien nos cuida".

Le he hablado de las Community.
Centros residenciales, gestionados por los propios ancianos, donde adquieres un estudio en propiedad, donde existen unos servicios comunes, la privacidad de tu estudio, donde todo lo gestionan los mayores, y es una forma de envejecer entre amigos, lejos de residencias con poco personal, donde compartes habitación, te levantan a las ocho para darte el desayuno a las diez de la mañana, te riñen si das las quejas a tu familiar y te ponen reluciente, si saben que van a venir a visitarte, por eso es tan importante visitar las residencias, sin avisar, y pecar de h. de p.

Mas vale que digan entre ellos, hay viene "ese h. de p," antes de que no traten de manera correcta a un familiar anciano.

Yo lo hago, y eso que mis visitas son laborables, pero me niego a que no se trate a un mayor con el respeto y el cariño que se merece.

Se me ha ido la bola. Las Community.

Había oído hablar de ellas y se están implantando en la zona.

De todas formas a mis cuarenta y nueve años o a sus cincuenta y cuatro, no apetece pensar en que vamos a hacer a los sesenta y cinco o setenta años.

Quizás mañana terminemos en la autovía debajo de una hormigonera.
Quizás tengamos a quien nos ayude cuando nos hagamos mayores.
Quizás nos pillemos "una movida" y no lleguemos a esa edad.
Quizás rehagamos sentimentalmente nuestras vidas.

Es lo que tiene la vida... su incertidumbre.

Pero mientras tanto... moto.


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