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sábado, 10 de agosto de 2019

Mirarse el ombligo.

Mirarse el ombligo.

Ayer fue uno de esos días en los que como hombre, que ya sabemos lo poco héroes que somos ante enfermedades e infecciones, todo ir al médico.

Después de automedicarme por mis anginas, mi punto débil y haber pasado de seis crisis al año a una, ayer le tocó a mi ombligo, ese gran desconocido.

Pues nada. Después de la ducha diaria, tiene un aspecto raro.

Mi primera llamada, a mi madre.
Ya sabemos que los hombres cuando realmente tenemos un problema de salud, llamamos a nuestra madre... Es así de sencillo.

Otra cosa es una discusión de tráfico, con el fontanero o con el Banco, pero cuando piensas que la vida realmente "te aprieta", tu se lo cuentas... A tu madre.

Y me manda al médico.
Poca gente, un celador encantador y con moto, hablamos los cuarenta cinco minutos de espera de motos y una medica correcta.

Segunda llamada. Mi madre, que qué me ha dicho el médico y se lo cuento todo un poco por encima después de entender que no está en peligro mi vida, con ponía Internet con enfermedades Inombrables.

Bueno, hoy visita a la farmacia de Guardia, pomada y antibiótico siete días.

Imagino que la humedad sea mala para el ombligo, el sol para el antibiótico y el plátano sea bueno para el estómago... Y en una visita al médico y en plena ola de calor, se te truncan los planes.

Así que adiós piscina, correr, sol y todo en plena ola de calor. Que tiene huevos...

Pero como decía un sordociego de Foaps, "la vida no te trae problemas, sino retos...", así que aguantaremos este nuevo reto entre helados y amigos.

Así que esta semana, toca mirarse... El ombligo???





2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Pero ya esta... Que es lo que importa. En verano se suda y si el ombligo se infecta, se cura... Jj. Un abrazo amiga!!!

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