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lunes, 8 de agosto de 2016

Tobero... El dragón!!!

Érase una vez un dragón el cual desde el cielo tenía la misión de cuidadar de las buenas personas que habitaban  el planeta Tierra (sólo de las buenas).
Le encantaba cuidar de los humanos y le divertía ver, como de las cosas más simples y sencillas de sus vidas, a veces, se perdían y creaban grandes problemas complejos de resolver.
La gran pasión de Tobero, el dragón, eran los coches y las motos. Le encantaba ver, desde el Arcoiris, las carreras de motos, oler la gasolina, ver los grandes campeonatos del mundo y siempre quiso... montar en moto.
En su 1535 cumpleaños su jefe, el cual lo tenía en gran estima, le regaló un deseo y Tobero deseo... tener una moto.
Su jefe le concedió ocho días, lo que suele ser 30 minutos según el reloj laboral de los dragones, bajo la apariencia de humano, tener una Harley, a lo que Tobero no se lo pensó.
Decidió tener una HD Eagle y al contrario de lo que piensan muchos humanos acerca de los moteros, Tobero se duchaba todos los días, nunca escupio al suelo, nunca peleo e iba de pueblo en pueblo haciendo lo que siempre había deseado, montar en moto y hablar con las buenas persona que desde el Arcoiris había cuidado.
Salía sobre las diez de la mañana, a Tobero no le gustaba madrugar, sin rumbo fijo, a Tobero no le gustaba hacer planes, siempre a 90 km/ hora y por carreteras secundarias, a Tobero no le gustaba correr, y allí donde paraba, se caracterizaba en que siempre tenía una palabra amable hacia aquellas personas que se encontraba en su camino.
"Que bien me ha dado usted de comer...", "gracias por dejarme aparacar la moto en su vado...", "solo me tomo un tapón de licor si usted se lo toma conmigo..." y cuando Tobero se iba, siempre siempre siempre le gustaba abrazar a las personas que lo habían ayudado, dejando un buen recuerdo en los lugares que había visitado.
Cuando pasaron los 30 minutos de tiempo dragón, solo 30 debido a lo importante de su cometido, Tobero regresó al Arcoiris a seguir cuidando de las buenas personas deseando que volviera a ser su cumpleaños para volver a estar entre los humanos y les contaba a sus amigos dragones, lo bien que se había sentido llevando una Harley, notando el aire en su cara y oliendo el azahar de los naranjos en flor que se iba encontrando a su paso.
Tobero se volvió feliz de su corto pero intenso viaje, sin entender una cosa, "no entendía por qué los humanos, en lugar de perder el tiempo en discutir, malhablar y estar eternamente enfadados...", no montaban en una Harley.







5 comentarios:

  1. Justamente uno de mis hijos compró una moto, es bastante robusto y nos da temor la aventura, pero está feliz como tu dragón, Roberto, claro que no es una Harley, creo que Suzuki ja ja ja, un abrazo!

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  2. Los humanos somos poco listos,perdemos el tiempo en muchas tonterías...

    Saludos.

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  3. Lo importante es que no le pierda el respeto. La moto es una gran afición donde haces buenos amigos. Acompañado en su nuevo camino Maria Cristina ..:)

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  4. Los humanos somos así. Se nos va el tiempo de la mano. Para aprender a vivir la vida primero tendríamos que aprender a vivir una...jj. Un abrazo Hans.

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  5. Complicamos la vida, a veces sin darnos cuenta....

    =))))

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