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sábado, 8 de junio de 2019
Vida de barrio.
Vida en el barrio.
Hoy ha sido de esos días de dormir poco y a las 4am, o me levanto o hubiera terminado haciéndome un torniquete con las sábanas en una de mis piernas, de tanta vuelta.
A las 8am ya estaba todo hecho.
Recoger la colada, fregar los platos, hacerme la mochila por mi viaje de trabajo, y ha sido cuando ha empezado la vida de barrio.
Desayunar en el Bar Dani y comprar un cupón, saludar a mi verdulera, María, que tan bien me trató ante mi desgarro de ligamento, saludar a Gabriel, el pastelero.
Luego ha venido una ruta.
100 kms, 100 curvas, aunque la verdad, han sido 90 kms pero seguro que han sido 110 curvas, así queda compensado.
Lo bueno de vivir en un pueblo, es que sin quedar, te encuentras con gente.
He ido a saludar a mi amigo Jesús a su bar, no estaba, pero estaba mi mecánico, Miguelo, y me he tomado un Aquarius con él.
Luego recados. Tienda de vapeo, conozco al dueño. Tienda de informática, conozco al dueño y al final, vuelta a casa.
Han sido cinco horas de vagabundeo, donde sales solo y en principio, no prevees ver a nadie, pero la vida en los pueblos es así, salir solo pero encontrarte con amigos y conocidos que de alguna manera, te acompañan a lo largo de tu mañana.
Hoy, solo me ha faltado la señora de la gasolinera con la que también charlo, pero como la vi este jueves al repostar mi coche, también cuenta.
Hoy ha tocado, vida de barrio.
Mañana quizás, vida de capital.
Y el lunes, vida de gran capital.
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