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lunes, 3 de junio de 2019
Correr o luchar.
15.45h... 140ppm
la máquina del gimnasio debe estar rota.
ando 7 minutos para calentar.
45 minutos de pesas, por libre.
vuelvo a estar fuerte, vuelvo a levantar peso.
biceps, pecho, espalda, dorsales y piernas... pero vaya, el aparato de piernas esta roto.
de nuevo a la cinta.
empiezo andando, pero mi sistema simpático quiere que corra, así que le hago caso.
corro por intervalos. 2 minutos andando a 5 kms/ hora... 2 minutos corriendo... y llega el milagro, después de entrenar una hora y haber hecho ejercicio aeróbico, tengo 120ppm en lugar de las 140ppm.
ducha, tónica en una plaza, pero mi sistema simpático sigue hablando.
ahora anda.
visito a cinco vendedores en Elche y a un afiliado sin relación laboral, encantadores.
en total unos 8 kms andados y llego a casa.
cansado.
ahora toca LBH, atender a mi gato y a mis tres plantas.
realmente, cuando ancestralmente estamos preparados ante una amenaza para correr o para luchar, el sistema simpático produce adrenalina y noradrenalina, acelera tu corazón y manda sangre a los músculos principales, y tu mente grita, lucha o corre, pero no te quedes quieto.
pero el sistema parasimpático te protege.
es el que te da el bienestar, la calma, el sosiego después de la lucha o de la huida.
ya en casa, cansado, ahora si que toca las LBH, atender a mi gato y regar mis tres plantas.
lo que hoy ha habido, ha sido una lucha, no una huida.
la huida hubiera sido permanecer quieto.
hoy, tocaba luchar... mañana, ya veremos.
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