Siempre el mismo bucle. Las cosas me van bien, me vengo arriba, aparco mi moto, se le va la batería, se llena de polvo, a pesar de taparla concienzudamente y al final, vuelvo a ella.Esta vez fue a raíz de mi ida a Muchamiel.Pero esta vez, no voy a hablar de la moto, sino de un libro.
Desgarre de ligamentos en la rodilla izquierda, dos meses malos, dos meses menos malos, muchas horas en casa y en primavera de 2018, con el alta del traumatólogo y mi bici nueva, cojo a mi gato, una maleta de ropa, un carrito con comida perecedera, y me alquilo una casa.
Necesitaba un cambio.
Cerca del trabajo, a 70 kms de mi casa, de mi familia, de mis amigos, mi bici nueva, mi gato y yo nos trasladamos a la casa de una amiga la cual no utiliza.
Un proyecto vital emocionante.
Y a los meses, moreno del carril bici de San Juan, con la rodilla casi perfecta, después de haberme peridido mil veces para ir al trabajo al no conocer esos caminos, resulta que necesito "cosas" que me hagan sentir cerca de casa, cerca de mis amigos, cerca de mi madre, y me llevo varias cosas de mi antigua casa, para que me acompañen, en mi nueva casa. Un sinsentido.
No pense que trasladarme fuera tan duro.
La playa muy cerquita, dos compañeros de trabajo tambien muy cerquita y a 70 kms de mi antigua casa, familia y amigos... tampoco es para tanto.
Empiezo a pasar tiempo en el trabajo. Empiezo a relacionarme con amigos y compañeros del trabajo.
Mismo bucle. Pasar tiempo fuera de casa, para no estar en casa, pero esta vez, en mi nueva casa. Otro sinsentido,
Se me ocurre llevarme cinco cosas de mi antigua casa a mi nueva casa, cosas que me abriguen el alma, cosas de buenos amigos, de esos incondicionales, de esos que te acompañan en el silencio en tus ausencias, que están ahí en tus vueltas, que no preguntan y cojo cinco cosas, solo cinco y entre ellas, un libro.
Ese libro que me acompañaba cuando me separé de mi pareja.
Ese libro al que le escribía un correo diario y siempre me contestaba.
Ese libro que siempre me regalaba cosas en Navidad, en mi cumpleaños y en mi Santo.
Ese libro que me ayudó a crear este blog.
Ese libro que, a pesar de mis ausencias, siempre que lo he buscado, siempre lo he encontrado, sin hacer preguntas.
Así que esta entrada va para ese libro, pero esta vez, si tiene sentido.
Desgarre de ligamentos en la rodilla izquierda, dos meses malos, dos meses menos malos, muchas horas en casa y en primavera de 2018, con el alta del traumatólogo y mi bici nueva, cojo a mi gato, una maleta de ropa, un carrito con comida perecedera, y me alquilo una casa.
Necesitaba un cambio.
Cerca del trabajo, a 70 kms de mi casa, de mi familia, de mis amigos, mi bici nueva, mi gato y yo nos trasladamos a la casa de una amiga la cual no utiliza.
Un proyecto vital emocionante.
Y a los meses, moreno del carril bici de San Juan, con la rodilla casi perfecta, después de haberme peridido mil veces para ir al trabajo al no conocer esos caminos, resulta que necesito "cosas" que me hagan sentir cerca de casa, cerca de mis amigos, cerca de mi madre, y me llevo varias cosas de mi antigua casa, para que me acompañen, en mi nueva casa. Un sinsentido.
No pense que trasladarme fuera tan duro.
La playa muy cerquita, dos compañeros de trabajo tambien muy cerquita y a 70 kms de mi antigua casa, familia y amigos... tampoco es para tanto.
Empiezo a pasar tiempo en el trabajo. Empiezo a relacionarme con amigos y compañeros del trabajo.
Mismo bucle. Pasar tiempo fuera de casa, para no estar en casa, pero esta vez, en mi nueva casa. Otro sinsentido,
Se me ocurre llevarme cinco cosas de mi antigua casa a mi nueva casa, cosas que me abriguen el alma, cosas de buenos amigos, de esos incondicionales, de esos que te acompañan en el silencio en tus ausencias, que están ahí en tus vueltas, que no preguntan y cojo cinco cosas, solo cinco y entre ellas, un libro.
Ese libro que me acompañaba cuando me separé de mi pareja.
Ese libro al que le escribía un correo diario y siempre me contestaba.
Ese libro que siempre me regalaba cosas en Navidad, en mi cumpleaños y en mi Santo.
Ese libro que me ayudó a crear este blog.
Ese libro que, a pesar de mis ausencias, siempre que lo he buscado, siempre lo he encontrado, sin hacer preguntas.
Así que esta entrada va para ese libro, pero esta vez, si tiene sentido.
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