*

*

lunes, 24 de septiembre de 2018

Una infancia feliz.

Una infancia feliz!!!

Era la huerta de mi abuelo Miguel, donde mi padre se había criado junto a sus cinco hermanos.
Muchas veces lo acompañaba, sobre todo cuando llegaba el buen tiempo y las tardes eran largas.
Allí se podía hacer de todo salvo, arrancar una flor o tirar un papel al suelo.
Siempre decía que las flores las tenía él para la huerta, para adornar la entrada y que ahí debían de estar los rosales, amarillos y anaranjados.
Solo cogíamos naranjas de dos árboles, “los elegidos”, porque las naranjas eran más dulces que del resto de naranjos… cosa que nunca entendí pero que tampoco nunca le pregunte.
La finca tb tenía su sistema de “alarma” casera: el agrillo.
El agrillo es una planta que crece en la huerta y que protege a las raíces de los naranjos de las heladas.
El tallo es verde y termina con una flor amarilla y la verdad, en primavera es muy bonita de ver.
Esa era su alarma.
Si alguien entraba o salía furtivamente de la finca él lo sabía porque el agrillo estaba aplastado.
La finca tb tienen una palmera Imperial de cuyo tronco, salen ocho brazos y un abeto gigante, de esos de los que te tienes que coger la cabeza para poder mirar su altura y no marearte.
Y en fin… ayer por la tarde, alargando la tarde, pasé un rato por la finca a honrar a mi padre y a recordar que yo, tuve una infancia feliz.


5 comentarios:

  1. Qué bonitos recuerdos Roberto!

    Un abrazo =)))

    ResponderEliminar
    Respuestas

    1. Siiii. Te acabo de leer. El domingo me di una vuelta por ahi y fue muy wai. Un abrazo Lil

      Eliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Nostalgia de la niñez,que agradable sentimiento. Fuiste feliz tû y los de tu alrededor, qué bonito. Vuelve otro día.. los recuerdos son buenos compañeros de viaje,esa felicidad no la ha encontrado cualquiera. Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jugar con mi padre en la cama. llevarme con él a tomar café y darme los turrones de azúcar. comprarme algo cuando estaba malucho... fue un buen padre y fue una buena infancia. un abrazo Eva!!!

      Eliminar