Amor.

Hoy he comido en Elche y he escuchado la historia de desamor de la mesa de al lado.

Un chaval de unos 28 años con una  pareja de amigos de su edad.

La chica le ha dicho que ella estuvo cinco años viviendo en pareja, que él le hacía regalos caros y que no hacían el amor.

Que cuando lo dejaron, estuvo un mes sin salir de la habitación.

Que todo es por algo y que si no estaban juntos,  había un motivo.

El otro amigo le ha dicho que debe dejar pasar el tiempo.

Que es cuestión de tiempo el que la olvide.

Y el chaval, sufriendo por amoramor sin darse cuenta, de los Buenos amigos que tiene, de los Buenos consejos que le dan y de que tiene su p.  Vida para rehacer su vida sentimental no una vez, sino cien veces.

Amigos.

Amigos.

Últimamente he descubierto el valor de la verdadera amistad.

La verdad, es que si la energía que se desprende en una crisis la aplicamos a algo constructivo, es increíble la de hobbies que retomamos, gente a la que conocemos y antiguas amistades que nos aparecen que hacen todo mucho más sencillo.

Hoy, después de 100 kms en moto, con mi mejor amigo, de unos postres con buenos amigos y de una charla con un compañero de trabajo al que conozco casi veinticinco años, he rondado la tan ansiada, serenidad.

Así que solo os puedo agradecer vuestra compañia, vuestra charla, vuestras historias, que no me hayáis hecho preguntas y que haya pasado un sábado tan maravilloso.

Así que a todos...  Gracias!!!

Platón.-

Platón.-

hace unos 10 años, soñaba con ser un cuarentón delgado, que tiraba de Reyban, cuero, moto y tabaco.

necesitaba un coche mejor, una moto mejor, una casa mejor, y parte de mi ruptura fue eso, el "tú me estás quitando oportunidades", que error.

desde hace seis años para acá, me he convertido en un ser mucho mas espiritual.
soy bondadoso, amo a mi prójimo, no soy nada exigente, respeto la vida en todas sus formas, soy altruista, pero no se donde está El Ser, La Fuente o La Mente Grande.
no la encuentro, y mira que la busco "en el supermercado" pero simplemente, no la encuentro.
he leído dos libros con tintes budistas y bien, un enfoque tremendo pero que no tengo la suerte de interiorizarlo.
sería indestructible interiorizando esos textos.

psicológicamente hablando, los libros y los documentos técnicos que han pasado por mis manos, hasta los h.
la vida te lo da todo, cubriendo las necesidades básicas lo tienes todo (unas habichuelas, un techo bajo el que descansar, un río donde beber...), las otras cosas son necesidades inventadas por tu mente y viendo las ramas de los árboles, el piar de los pájaros y los atardeceres, una persona debe ser inmensamente feliz.
no lo veo.

el tercer enfoque que estoy trabajando es el filosófico.
no había oído hablar de el pero bueno, las grandes crisis que se producen en los humanos vistas a los largo de 3.000 años sin cognotaciones espirituales ni psicológicas.

he leído veinticinco páginas de mi nuevo libro y no pinta mal.
parece ser que el ser humano, se pierde con bastante facilidad en sus ciclos de vida.
a los cuarenta, casado o soltero, con trabajo o sin trabajo, con hijos o sin hijos y tiende a meter "la pata" con bastante frecuencia, así que este verano voy a leer a los grandes filósofos y sus enfoques de vida.

como siempre he pensado, todas las corrientes psicológicas a los largo del tiempo son totalmente complementarias.
Freud y el Psicoanalismo es tan válido como un Modelo Sistémico, como un Modelo Cognitivo, como un Modelo Cognitivo con tintes Budistas, que es lo último.

todo vale, nada excluye y dependiendo de las creencias y valores de la persona, laboralmente hablando, tienes distintas formas de abordar su problemática y eso es lo que importa, el bienestar de la persona, mis pacientes.

así que veremos que dice Platón sobre los cuarenta, con mucho trabajo, con pocos amigos, pero buenos, con una red laboral y social importante, con una madre mayor y empadronado con un gato y tres plantas...:)

de momento, suena hasta divertido.
vamos a ser valientes y vamos a ver que pasa.

Reiki.

Reiki.

Ayer tuve mi primera sesión.

Duro una hora y media.

Aromaterapia, reflexología, masaje craneal... Un mundo del todo desconocido para mí.

Me pareció una buena idea complementar un tratamiento occidental, con algo alternativo.

De la sesión, no entendí nada.

De la profesional,  extremadamente agradable y resolutiva.

Lo único que se, es que cuando arranqué mi coche para volverme a casa,  me sentí feliz y con más energía.

Y al fin y al cabo, eso es lo que cuenta.

Así que muy agradecido a Lina, Pepi,  Jose y al beso del hijo de Lina que sin tener porqué, me acogieron dentro de su familia.

Kime.

El Kime, o energía interior.

El kime es algo muy conocido en las artes marciales.

Además de fuertes entrenamientos, concentración, respiración, tenemos el kime, que lo es todo.

El músculo con los años, se debilita.

La concentración, la respiración, con los años, también se debilita.

Pero el kime, “mueve montañas”.

Consiste en sacar tu energía de tu interior, tu energía vital a través del vientre.

Potencia los golpes multiplicando por diez su eficacia.

Y como todo arte milenario, en este caso japones, te ayuda  en lo emocional, en lo espiritual.

Puedes aplicar el kime a todo en la vida.

Cuando la vida te agreda, debes dar un golpe con kime, con decisión, con extenuación y seguro, que ese suceso se va a paliar.

El kime lo tenemos en nuestro interior.

Solo hay que buscarlo y que trabajarlo.

Cuesta encontrar pero como todo lo valioso en este mundo, esta en tu interior, donde solamente tú, lo puedes hallar.

Déjate guiar por los preceptos del Dojo Kun. 

Vive una vida llena y sencilla. 

No te súper valores. 

Mantente en calma, controlate. Se rápido y flexible. 

Cuida de tu salud. 
El entrenar no tiene recompensa. 

...  
Y así hasta diez preceptos,  diez reglas con la que afrontar tu vida. 

Así que a partir de ahora, a tu vida, kime.

Ningún buen marino se ha forjado en un mar en calma.

Tarde o temprano viene la tan temida crisis.

Un despido,  un abandono,  una ruptura...  Y con ella los tan temidos síntomas...

Problemas de sueño,  poco apetito, cierto aislamiento.

Ante los síntomas, quizás un hipnótico para descansar,  comer sin ganas hasta la última cucharada y rodearse de  personas que te quieran,  que no hagan preguntas.

Pasada la parte neurótica de la lágrima,  los porqué y contar la misma historia 1000 veces, queda la energía de la crisis.

Si esa energía la empleamos en algo constructivo, construiremos.

Centrarnos en el trabajo, hacer deporte, meditar, leer,  ayudar a otras personas, ser amables no,  mejor, ser ENTRAÑABLES,  retomar antiguas amistades, haremos algo Wai de nuestra crisis y saldremos reforzados.

Cuanto mayor sea la crisis, cuanto mayor sea el hueco que deja la crisis en el corazón, de mayor amor, experiencias, gente buena y acciones Wais vas a poder meter en él.

Todo menos estancarse, añorar, victimizarse...  Porque eso,  no va a paliar ni tu despido, ni tu ruptura, ni el cambio que ha provocado tu crisis.

Así que ya sabes, ningún buen marino se ha formado en un mar en calma, así que...  A navegar.

No te queda otra.

Moto.

Moto.-

La verdad es que no concibo la vida sin una moto o sin un animal de compañía, cuanto más vagabundo e independiente, mejor.

Mi moto es mi gran amiga.

Ella es también vagabunda e independiente.

Medita en el garaje cuando está sola pero no desaprovecha una ocasión para salir a pasear.

En eso creo que somos iguales.

Es una amiga fiel, de esas que en mis ausencias, nunca me hace preguntas, nunca se siente molesta, no me echa nada en cara y en mis reencuentros, simplemente “me besa” y me da la bienvenida rugiendo con su motor, como solo ella sabe.

El secreto de montarla es llevarla a bajas velocidades.

Nada de conducción Racing llena de tumbadas, desaceleraciones, cambios rápidos… ella no es así.

Nosotros no somos así.

Su esencia es la conducción suave, fundirse con el paisaje, hundirse en el asfalto… solo así, se siente feliz.

Siendo muy poderosa, no le hace falta demostrar su potencia.

Siendo muy hermosa, no le hace falta demostrar su belleza.

Siendo como es, se siente perfecta, lejos de carenados llamativos, tubos de escape Laser, posturas de conducción incómodas en manillares insufribles.

Tiene cara de boba, con su faro redondo y su cúpula azulada.

Pero no lo es, ella lo sabe, y eso es al fin y al cabo, es lo que cuenta.

No concibo mi vida sin mi moto.

Sin ese amasijo de hierros y plásticos que tanto placer me da, que con tanta gente me relaciona y con la que tan buenos momentos paso.

Es mi séptima moto, y creo que la definitiva.

El secreto no es cambiar de moto, sino conservar la que tienes y que te de las mismas sensaciones cuando la compraste.

Creo que es el secreto de “un buen matrimonio”, del “amor del bueno”, de sentir por la persona amada la misma ilusión que sentías cuando la conociste.

Y en ese aspecto, mi moto y yo, nos somos fieles.

Así que en la salud y en la enfermedad, en mis presencias y en mis ausencias, en lo bueno y en lo malo, estaremos juntos, espero que para siempre.

Foto propiedad de mi amigo Carmelo. 

Por su bondad y simplemente, porque se lo merece. 

Alfonso.-

Alfonso.-

Resulta curioso "la fauna" que habita un hospital.

El cuidador de la persona enferma que está junto a mi familiar se llama Alfonso.

Cuarenta y siete años, en el paro, soltero o separado, creo que sin hijos, resulta una persona, un tanto peculiar.

Sobrevive a base de bocadillos que le lleva su tía, recibe pocas visitas y menos llamadas (tres visitas en una semana), es charlador, aunque entrometido, da información errónea sobre análisis de glucosa, horarios, ayunos, y en fin, resulta un ser "curioso" de conocer.

Lo mejor de Alfonso es su incondicionalidad.
Lleva con su madre desde el lunes y no ha sido relevado.
Ha llevado la misma ropa cinco días seguidos, desayuna, come y cena en el hospital y duerme junto a su madre día tras día.

Nos turnamos entre cigarro y cigarrillo electrónico, entre café y paseo, es servicial, aunque algo "agobioso" pero lo mejor, su incondicionalidad.

Trata a su madre como si fuera un princesa.
Le pone la cuña, la ayuda a vestirse, la ayuda a sentarse y tiene una actitud hacia su madre, el hospital, mi familiar y mi persona, realmente embriagadora.

Le doy ánimos y le digo que encuentro a su madre mejor.
También le digo que este lunes seguro que le dan el alta.
Pero el sabe que la enfermedad de su madre va para largo y lejos de estresarse, la acepta y fluye, como pez en el agua.

Realmente Alfonso, con su estar y su hacer, es un ejemplo de ayuda a su madre, incondicional, desinteresada, y solo por eso, me cae bien y tiene mi respeto, aunque tampoco le hace falta.

A veces me hago el dormido,  otras como que leo,  otras como que miro el móvil y ahí está Alfonso... A mi acecho.

Una familia unida,  que se ayuda en lo bueno y en lo malo, en las celebraciones de cumpleaños empapadas "de brugales" y en los hospitales, que no se pide explicaciones, que cada uno hace las cosas lo mejor que sabe, me encanta.

Y esa es la historia de Alfonso, el señor que cuida a su madre de manera, ejemplar.

El beso de un hermano.

El beso de  un hermano.

A veces nos anclados en el pasado.
Si no hubiera dicho,  si no hubiera hecho,  hecho de menos a mis amigos que ya se han marchado,  mi ruptura de pareja y la distancia con mis hijos.

A veces nos anclanos al futuro.
Que va a ser de mi,  quien me va a cuidar cuando enferme, voy a envejecer solo.

Debemos aferrarnos al presente.
Forjar el presente haciendo lo que está en nuestra mano.
"Deseo una familia unida que se cuide,  que se apoye,  que se quiera,  que viva la senda del Camino con intensidad,  para lo bueno y para lo malo,  para la salud y la enfermedad, para la alegría y la tristeza, para la riqueza y la pobreza".

Todos somos perfectamente imperfectos,  falibles y el hermano perfecto no existe.

No debe haber odio ni rencor,  que cada uno hace las cosas lo mejor que sabe en esta escuela a la que llamamos vida.

Pido perdón por mis errores.
Pido perdón por mis actos.
Prometo hacer todo lo que esté en mi mano para enmendar mis errores y mis actos.

Haré todo lo que esté en mi mano para vivir con amor,  comprensión, bondad,  humildad, generosidad y caridad hacia mis semejantes, hacia cualquier forma de vida y hacia mi familia.

Y hoy se materializo mi hechizo, con el beso...  De mi hermano.

Del que cuida de mi madre casi a diario.
Del que cría a su hijo.
Del que cuida de su perro.
Del que cuida de sus amigos.
Y del que besa,  a su hermano.

Apego.

Últimamente leo mucho sobre el desapego y la verdad… no me entra en la cabeza.

Yo me apego, siempre lo he hecho y aunque he sufrido mucho, no me arrepiento de ello.

Me apego a mi madre, que la quiero con locura.

Me apego a mi trabajo, que tanto me da.

Me apego a mis cuatro buenos amigos, que los quiero mucho.

Me apego a mi gata, la que me ronroneaba encima de mi rodilla para que sanara.

Me apego a la Llana, la perra de mi hermano, la que me consolaba en la montaña frente a un desamor con sus lametones sobre mis lágrimas.

Me apego a la vida, no dejando morir a ningún ser vivo así como así.

Me apego a la pareja, que cuando la he tenido, he visto corazones en las nubes, he rejuvenecido, me he sentido invencible y no he dormido de ilusión.

Me apego a no sentir odio ni rencor, que cada uno hace las cosas lo mejor que sabe.

Me apego a ser solidario, que no todo el mundo tiene las mismas oportunidades.

Me apego a mi cuerpo, cada vez que no bebo, como sano, hago deporte, a ese caja que te proporciona movilidad y que te permite estar en tantos sitios que te dan bonitos recuerdos.

Me apego a mi helado diario, a echarle cola cao al yogurt y hacérmelo de chocolate, a los descafeinados con canela, al helado de turrón.

Y en fin, que soy de apegarme.

Es cierto que el apego te hace sufrir.

Todo cambia en el tiempo, lo que ahora te hace feliz, quizás más adelante, te haga infeliz, pero lo que ahora te hace infeliz, seguro que más adelante, va a cambiar y te va a hacer feliz.

Y me gusta apegarme.

Además, prefiero sufrir a ser “un gato de escayola” que controla sus emociones.

Prefiero amar, a no haber conocido el amor.

Y que me gusta el apego, aunque me llene de cicatrices y a veces, me haga sufrir.

Soledad.

Soledad.

El miércoles atendí a una señora de 87 años, invidente que no pertenece a la Institución donde trabajo, e inicialmente, la he atendido por hacerle un favor a una compañera de Servicios Sociales.

La señora vive sola, con un perro pequeño, pasa todo el día sola, pisa las cacas y el pis del perro y lo único que tiene es el Mengar a Casa (de lunes a viernes te traen la comida a casa) y una educadora que va los miércoles por la mañana que se llama Laura.

Me comenta que pasa todo el día sola.

Que ha solicitado una plaza en residencia de tercera edad, pero que no llega la plaza.

Que se desorienta en su casa y que se pone muy nerviosa.

Que se toma la leche fría porque no sabe utilizar el microondas.

Que a veces se acuesta a las seis de la tarde, porque no tiene compañía.

Hablando hablando, aparece un nieto de 28 años al que ella ha criado, porque su nuera falleció cuando su nieto tenía año y medio, y un hijo mayor.

El nieto lleva su vida.

Trabaja montando ascensores.

No tiene tiempo de darle un paseo al día al perro de su abuela, sabiendo lo importante que es para ella.

No tiene tiempo de visitarla, ir al parque con ella, hacerle la compra, enseñarla a utilizar el microondas, ayudarla mínimamente con la casa.

Tb aparece la figura de su hijo.

Me ha dicho que no tiene mujer, que rara vez va a verla pero la verdad, no me interesaba esta historia.

Le he dado unas directrices a su educadora, Laura, una chica joven y muy motivada.

Le he mandado un enlace sobre trato con personas invidentes.

Le he hablado de marcar en relieve los botones del microondas y enseñar a la señora a utilizarlo.

Le he hablado de marcar las puertas en relieve con cinta americana, una A de aseo, una H de habitación, una C de cocina y una S de sala de estar para que no se desorientara.

Le he hablado de barrer y fregar de forma ordenada todos los días el patio donde está el perro, arrastrando los pies, para no pisar sus deposiciones.

Hemos hablado de un centro de día.

Te recogen en un furgón, te llevan a una residencia, el horario es de 9 a 17h, pero allí tienes compañía, puedes participar en los talleres, te dan de desayunar y de comer, hay podólogo, peluquería, duchas adaptadas para personas mayores o discapacitadas, un médico, un servicio de enfermería y a las 17h, te llevan a tu casa.

Que lo ha pedido, pero que no llega la plaza.

Le he marcado un horario, donde se levanta a las 8h, hasta las 10h desayuna y hace las cosas de la casa, fregar el plato y el vaso de la cena, barrer y fregar la terraza donde está el perro de manera “ordenada”, de izquierda a derecha, de delante hacia atrás, de poner la lavadora (sabe manejarla), tender o recoger la ropa y doblarla.

Luego hemos hablado de comprar unos pedales por Internet.

De pedalear media hora, sentada, mientras escucha la radio.

Le vendrá bien para su ansiedad y distraerá la mente, con un poco de suerte.

A las 14h, el señor de Mengar a Casa le lleva la comida, se la calienta deprisa y corriendo porque tiene el furgón en doble fila.

Me ha dicho que es muy simpático y que le deja la comida caliente encima de la mesa.

De 16 a 18h, escuchará la televisión y dormirá un poquito en el sillón.

A las 18h visitará a su vecina, la que está enferma del corazón, la que está mayor, la que sale poquito a la calle…. Esa.

Y a las 20h, volverá a su casa, cenará algo frío y a las 22h se irá a dormir.

Y así, hasta que llegue la plaza, la de la residencia o la del centro de día.

Y así, porque su familia no se ocupa mínimamente de ella.

Y así porque tiene 87 años, esta ciega, la Ley de Dependencia es LENTA y no existen recursos de choque ante estas situaciones.

Se ha ido más contenta.

Le he regalado un llavero de publicidad de mi Instituciónpero le he dicho que no se lo dijera a nadie, que si se lo veían, todo el mundo iba a querer uno y yo solo tengo diez, así que lo ha escondido en el fondo de su bolso.

Me ha dado un beso al irse y me ha mojado la mejilla con una de sus lágrimas.

Y la verdad, llegar a cualquier edad a esta situación, es algo injusto y dramático, y muchas personas viven así.

Ojalá la soledad sea un motivo de conciencia social.

Ojalá hayan recursos sociales ágiles y válidos para estas personas mayores o discapacitadas que viven solas.

Ojalá se realicen proyectos viables, prácticos, factibles, urgentes… y no años de espera de una plaza pública en una residencia de ancianos o de acceso a un centro de día por medio de una cosa que se llama Ley de Dependencia, que lo es todo, menos ágil.

Ojalá el 25% de la población española no viviera sola.

Y ojalá no me afectaran estas situaciones tan tristes, que se dan en mi despacho, con cierta asiduidad. 

Una vida... Es una vida.

Segundo ingreso en seis semanas.

Hay personas que no paran de meterse con la Seguridad Social.

Que si las listas de espera, que si el trato con médicos y administrativos, que si...

Hemos tenido el ingreso de un familiar en menos de seis semanas.

Mi familiar de avanzada edad, tiene un trato exquisito.

Continuos controles de glucosa, colesterol y tensión arterial.

Es cierto que se comparte habitación, pero uno acude a un hospital a sanar, no a estar cómodo.

La tratan como si tuviera veintiún años y le quedará toda la vida por delante.

Tb hay gente que se queja de la comida y se "atreven" a traer comida del exterior.

Comer sin sal,  sin azúcar y sin grasas no debe ser un problema, ni dentro, ni fuera de un hospital.

Debe ser una  responsabilidad hacia eso que llamamos cuerpo y que nos lleva al trabajo,  al cine,  a la playa.

Así que agradecido a ese sistema que llamamos Seguridad Social y tremendamente agradecido a esas personas que altruistamente,  donan sangre.

Porque debe haber un sistema de redistribución de la renta.
Porque los más favorecidos deben ayudar a los menos favorecidos.
Porque la Sanidad debe ser pública, universal y gratuita.

Y porque una vida,  es una vida.

200 zancadas.

200 zancadas.

Hoy ha tocado salir a correr.
20 minutos andando para correr cuatro series de 200 zancadas.
En total,  estiramientos y flexiones incluídas,  una hora de ejercicio.

Hace como diez años, fumando y con sobrepeso, soñe que volvía a correr.

Fué un despertar bonito.
Corría muy ágil,  con zancadas elásticas y armoniosas.

El miércoles corrí en cinta a nueve kilómetros y medio,  y hoy,  cuatro series de 200 zancadas.

Desde octubre de 2017 sin beber.
Desde marzo de 2018 sin fumar.
Con quince kilos menos.
Y con cuatro series de doscientas zancadas en el haber.

Cuando uno de tus sueños,  se convierte en realidad.

Ptaxaran.

Ptaxaran

Dicen que en épocas de crisis,  la espiritualidad y la creatividad de las personas aumenta. 

Volver al blog,  es una muestra de ello. 

Después de tres meses prácticamente sin escribir en él,  ahora hago una entrada casi a diario. 

La Espiritualidad tb ha crecido. 

Siempre he sido muy consecuente con ello. 

Si rezas y pides cuando las cosas te van mal,  no puedes ser gilipooo cuando las cosas te van bien,  y convertirte en un pasota Espiritual. 

Mis tres Caminos de Santiago han sido retos físicos,  sociales y tb Espirituales. 

No está reñido el tapón de Ptaxaran y la charla de la sobremesa con encender una vela,  pedir por los tuyos y sentir respeto en una Iglesia. 

Hoy he ido a visitar un asilo y en fin,  hombres trabajadores,  mujeres preciosas,  que sucumben al paso de los años en cuerpos enfermos. 

He pasado por la capilla y me he sentado un rato. 

He rezado mi oración preferida,  que no me la sé entera y he permanecido allí en silencio un rato,  para luego irme. 

Le he pedido a Dios tres cosas y ojalá me las conceda y lo confirmó,  las crisis te vuelven más creativo y más Espiritual y en mi opinión,  no hay nada malo en ello,  al contrario. 

Así que este post va por la creatividad y por la Espiritualidad... Y porque los tapones de Ptaxaran,  no están reñidos con encender una vela