1. Tengo aparcado mi coche y mi moto desde hace siete semanas y no los echo de menos. He desempolvado y engrasado mi bici, y me hace muy feliz.
2. En dos meses y medio, me cayeron dos regañinas de mis jefes, en mi opinión, del todo injustas. Ahora que estoy en un Eret y me paga el Sepe, no me regaña nadie.
(aquí, desde luego, no hay foto).
3. No sabía que era tan manipulativo. He restaurado tres muebles, creado una jardinera de dos palets viejos, pintado una puerta metálica, ayudado a crear un huerto ecológico, he colocado cinco lámparas, y no pensaba que fuera tan mañoso, la verdad.
4. Ahora cobre 724 €/mes, del Eret, pero me estoy ahorrando unos 150 €/semana en gasoil, desayuno, descafeinados y vichis, así que en total cobro 724€ más 600€, 1.324€/mes, y no está nada mal.
5. Por las circunstancias llevo ropa de segunda mano. Tenía ropa de invierno pero por el confinamiento y el Estado de Alarma, no he sido capaz de recoger mi ropa de primavera y... no pasa nada. Voy muy cómodo con esta ropa, aunque no sea mía.
6. Tengo cuatro nuevos amigos. Dos caballos, un burro y una perra Labrador que su dueño la tiene encerrada. Intento ir a verlas con frecuencia. Hablo con ellas.
7. Tengo un dron y me gusta volarlo y hacer fotos a 10m. Es como si fuera un águila. A partir de los 10m pierde la señal y el primer día, se me perdió tres veces, pero lo encontré.
8. Echo en falta a mi madre y a mis amigos. A Geles, Maria Victoria y a Mari Carmen, a Lidón y Eliseo en el kárate, a Alberto en la moto. Se que están todos bien, con sus familias, y eso me basta, pero los echo en falta.
Las charlas con mi madre, sus besos, mis abrazos, sus te quiero pero está atendida, está bien.
Son solo ocho reflexiones pero se resumen en que lo material, no da la felicidad, en que tenemos de sobra para con imaginación, tener una infinidad de opciones al día con las que disfrutar y que lo mejor en esta vida, es gratis.
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