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lunes, 15 de agosto de 2016

Yo y los dos rombos




Todos los que tenemos cierta edad  (en España) conocemos  bien los que significa estos dos rombitos blancos.  Para mi era el símbolo de "es la  hora de marchar a la cama porque llegaban esos momentos televisivos de que ningún niño debía estar al tanto"  Mi madre siempre siguió esa normativa a rajatabla y nunca pude ver más allá de esos dos rombos.  No alcanzo a recordar lo que me imaginaba  que podría haber mas allá de ese momento... y seguro que lo imagina pero lo olvidé. 

Lo que no puedo olvidar fue mi primera película con rombos.  Si.  Tendría trece años y mi madre me dijo en la cena de aquel viernes "Nieves... hoy si quieres puedes quedarte conmigo a ver la película de la clave"  La clave era un programa de los viernes por la noche, donde ponían una peli. TODAS CON ROMBOS y después de la película hacían un debate sobre ella,  donde no pocas veces se montaban verdaderas tanganas, iban invitados  con dos copas de más y fuera como fuera siempre sorprendía.
El caso es que con los años me hice fiel seguidora de este programa pero aquella noche a los trece años la viví como un momento esperado  y extraordinario. La película se llamaba la invasión de los ladrones de cuerpos.(Aunque para mí siempre ha sido la película de las vainas).   No era ningún estreno ni en aquellos días, era del año 1956. La historia se desarrollaba en Santa Mira, California, el médico Miles Bennell empieza a recibir quejas de varios pacientes sobre sus seres queridos, a los que acusan de ser unos impostores. El psiquiatra local Dan Kauffman, considera que se trata de un episodio de histeria colectiva. No obstante, un amigo de  Bennell, Jack, descubre que en su casa un extraño cuerpo sin vida que aún no está desarrollado por completo.
La misma situación va a experimentar Becky Driscoll, una amiga novia de Bennell, El médico llama a Kauffman para que observe el descubrimiento, pero los cuerpos han desaparecido y el psiquiatra sospecha  que Miles es víctima de la misma histeria que están sufriendo sus pacientes de forma progresiva.  Sin embargo, el hallazgo de unas insólitas vainas gigantes de las que parecen brotar los cuerpos corrobora la existencia de un misterio sin resolver que le dará un toque de intriga al filme.


Esta película ha quedado en mi memoria,  y la imagen de las vainas en mi retina como un cliché, la he vuelto a ver después con los años, es un filme  que no pierde fuerza en su argumento con los años, su ausencia de efectos especiales  nos puede asombrar de forma entrañable despues de estar acostumbrados a que la ficción y sus efectos nos causen esa impasibilidad del hombre moderno.   Después llegaron más películas de rombos, ninguna subidita de tono, para mi, los rombos siempre fueron el misterio, el thriller, la pelis de acción con asesinos en serie, monstruos, drácula, el hombre lobo, zombies... he visto todas las pelis de terror del mundo y considero con gran pesar que hace mucho que no veo una que valga la pena...
Y bueno por supuesto que recuerdo la primera peli de dos rombos que vi  con tonos eróticos.  Una película española del año 1975 ¡Ya soy mujer! No recuerdo gran cosa de ella, solo que no entendí  la mitad de la película y que tampoco despertó en mi gran interés,  creo que desde el primer momento despuntaron mis gustos cinéfilos, nunca he sido de pelis de romances y con tintes eróticos. (Aunque creo que este puede ser el tema de otra entrada... yo yo el cine erótico)
Mantuve el misterio de qué películas veía a mis hermanos menores, me sentía importante sabiendo que ya podía ver esas pelis de mayores que tanto me habían intrigado cada viernes cuando mi madre me mandaba a la cama.





5 comentarios:

  1. Nunca vi esa peli, Nieves, pero tengo los recuerdos de ir al cine con mi mamá y mi hermano, tardes para damas, tres películas y a mitad de precio, nos llevábamos la merienda en la gran cartera de ella y disfrutábamos a lo grande las de piratas, las comedias que eran las preferidas de mi mamá. Llegábamos luego a mi casa con el tiempo justo de bañarse en el tacho de latón, comer la sopa y a la cama. Recuerdos inolvidables, un abrazo!

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  2. la norma era, quédate a verla pero al primer pecho... a la cama. si habían tiros, descuartizamientos, cabezas reventadas... no pasaba nada, pero ante el primer pecho... era innegociable. creo que nuestros padres estaban locos...jj

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    1. Yo siempre pienso que nuestros padres actuaban con mayor naturalidad que los padres de hoy . Puede que esas consignas y ttatos entre padres e hijos en plan cómplice son esas cosas importantes con las que contruimos nuestros cimientos. Y miranos. Somos buenas personas. No crees?
      Un besito 😊

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  3. No todas las "no toleradas" tenían dos rombos. Las de un rombo eran para mayores de 14 y las de dos para mayores de 18. "La clave" solía ser interesante. La presentaba José Luis Balbín.
    Otro misterio que me intrigó de la televisión fue ponerle la cara a Mariano Medina, el que entonces era único hombre del tiempo. Recuerdo que solamente sacaban el mapa y la mano con un puntero señalando lo que iba comentando.
    Un abrazo.

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  4. Buena memoración de cuando había censura en la tele, para menores, en el caos de las películas. Por aquí, recuerdo los sobornos al portero del teatro, para ver ciertas películas de tono subido. En una de esas "coladas", conocí a Fellini, y me quedé con él, amando su Amarcord. Un abrazo. Carlos

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