Todos los que tenemos
cierta edad (en España) conocemos bien los que significa estos dos
rombitos blancos. Para mi era el símbolo de "es la hora de
marchar a la cama porque llegaban esos momentos televisivos de que ningún niño
debía estar al tanto" Mi madre siempre siguió esa normativa a
rajatabla y nunca pude ver más allá de esos dos rombos. No alcanzo a
recordar lo que me imaginaba que podría haber mas allá de ese momento...
y seguro que lo imagina pero lo olvidé.
Lo que no puedo
olvidar fue mi primera película con rombos. Si. Tendría trece años
y mi madre me dijo en la cena de aquel viernes "Nieves... hoy si quieres
puedes quedarte conmigo a ver la película de la clave" La clave era
un programa de los viernes por la noche, donde ponían una peli. TODAS CON
ROMBOS y después de la película hacían un debate sobre ella, donde no
pocas veces se montaban verdaderas tanganas, iban invitados con dos copas
de más y fuera como fuera siempre sorprendía.
El caso es que con los
años me hice fiel seguidora de este programa pero aquella noche a los trece
años la viví como un momento esperado y extraordinario. La película se
llamaba la invasión de los ladrones de cuerpos.(Aunque para mí siempre ha sido la película de las vainas). No era ningún estreno ni en
aquellos días, era del año 1956. La historia se desarrollaba en Santa Mira,
California, el médico Miles Bennell empieza a recibir quejas de varios
pacientes sobre sus seres queridos, a los que acusan de ser unos impostores. El
psiquiatra local Dan Kauffman, considera que se trata de un episodio de histeria
colectiva. No obstante, un amigo de Bennell, Jack, descubre que en su
casa un extraño cuerpo sin vida que aún no está desarrollado por completo.
La misma situación va a experimentar Becky Driscoll, una
amiga novia de Bennell, El médico llama a Kauffman para que observe el descubrimiento,
pero los cuerpos han desaparecido y el psiquiatra sospecha que Miles es
víctima de la misma histeria que están sufriendo sus pacientes de forma
progresiva. Sin embargo, el hallazgo de unas insólitas vainas gigantes de
las que parecen brotar los cuerpos corrobora la existencia de un misterio sin
resolver que le dará un toque de intriga al filme.
Esta película ha quedado en mi memoria, y la imagen de las
vainas en mi retina como un cliché, la he vuelto a ver después con los años, es
un filme que no pierde fuerza en su argumento con los años, su ausencia
de efectos especiales nos puede asombrar de forma entrañable despues de
estar acostumbrados a que la ficción y sus efectos nos causen esa impasibilidad
del hombre moderno. Después llegaron más películas de rombos, ninguna subidita de tono, para
mi, los rombos siempre fueron el misterio, el thriller, la pelis de acción con
asesinos en serie, monstruos, drácula, el hombre lobo, zombies... he visto
todas las pelis de terror del mundo y considero con gran pesar que hace mucho
que no veo una que valga la pena...
Y bueno por supuesto que recuerdo la primera peli de dos
rombos que vi con tonos eróticos. Una película española del año
1975 ¡Ya soy mujer! No recuerdo gran cosa de ella, solo que no entendí
la mitad de la película y que tampoco despertó en mi gran interés,
creo que desde el primer momento despuntaron mis gustos cinéfilos, nunca he sido
de pelis de romances y con tintes eróticos. (Aunque creo que este puede ser el tema de otra entrada... yo yo el cine erótico)
Mantuve el misterio de qué películas veía a mis hermanos
menores, me sentía importante sabiendo que ya podía ver esas pelis de mayores
que tanto me habían intrigado cada viernes cuando mi madre me mandaba a la
cama.
Nunca vi esa peli, Nieves, pero tengo los recuerdos de ir al cine con mi mamá y mi hermano, tardes para damas, tres películas y a mitad de precio, nos llevábamos la merienda en la gran cartera de ella y disfrutábamos a lo grande las de piratas, las comedias que eran las preferidas de mi mamá. Llegábamos luego a mi casa con el tiempo justo de bañarse en el tacho de latón, comer la sopa y a la cama. Recuerdos inolvidables, un abrazo!
ResponderEliminarla norma era, quédate a verla pero al primer pecho... a la cama. si habían tiros, descuartizamientos, cabezas reventadas... no pasaba nada, pero ante el primer pecho... era innegociable. creo que nuestros padres estaban locos...jj
ResponderEliminarYo siempre pienso que nuestros padres actuaban con mayor naturalidad que los padres de hoy . Puede que esas consignas y ttatos entre padres e hijos en plan cómplice son esas cosas importantes con las que contruimos nuestros cimientos. Y miranos. Somos buenas personas. No crees?
EliminarUn besito 😊
No todas las "no toleradas" tenían dos rombos. Las de un rombo eran para mayores de 14 y las de dos para mayores de 18. "La clave" solía ser interesante. La presentaba José Luis Balbín.
ResponderEliminarOtro misterio que me intrigó de la televisión fue ponerle la cara a Mariano Medina, el que entonces era único hombre del tiempo. Recuerdo que solamente sacaban el mapa y la mano con un puntero señalando lo que iba comentando.
Un abrazo.
Buena memoración de cuando había censura en la tele, para menores, en el caos de las películas. Por aquí, recuerdo los sobornos al portero del teatro, para ver ciertas películas de tono subido. En una de esas "coladas", conocí a Fellini, y me quedé con él, amando su Amarcord. Un abrazo. Carlos
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