Veintiseis años después, piso un Dojo y antes de Navidad, me examino y mi Sensei me coloca mi nuevo cinturón, entre los aplausos de mis compañeros. Nunca podré estarle tan agradecido a Eliseo, por sus entrenamientos, por sus consejos para mi rodilla y sobre todo, por su eterna sonrisa.
Bueno, parece que hoy hemos dado un pasito ante el Covic 19.
Los peques, acompañados de sus padres, podrán andar a un km de casa, durante una hora, acompañado por un padre, el 1-1-1.
El dos vamos a dar otro pasito, poder hacer deporte en lugares abiertos y en solitario.
ya huele a bici.
Pero mucho me temo que vamos a tener que prescindir de bares con sus terracitas, gimnasios, cines, porque hasta finales de año, no vamos a poder ir a ellos, a sitios aglomerados.
Tenemos la opción de hacer deporte al aire libre, ahora que viene el buen tiempo, hacer comidas o cenas en casa con amigos, ver pelis online a través de nuestras teles, no suena mal.
Nos tenemos que hacer amigos de guantes, mascarillas y geles ya que, durante mucho tiempo, debemos seguir protegiéndonos del Covic 19.
Acostumbrarnos a solo besas, abrazar y tocar a unos pocos e íntimos.
Al teletrabajo, a prescindir del bar de Juan y su patinete eléctrico, a los compañeros de trabajo, a las reuniones en Alicante.
tenemos que aprender a vivir con el Covic 19 ya que mucho me temo, que esto es una tregua, donde el personal sanitario podrá descansar, las urgencias y las UCIS de los hospitales, se van a descongestionar, pero me huele a tregua más que a guerra ganada.
así que a partir de ahora, a seguir invirtiendo en casa, en comida sana, en deporte al aire libre, en videollamadas, en teletrabajo, en optimizar nuestros contactos en el supermercado, farmacia, en la tienda de comida para el gato y sobre todo, a aprender de nuevo a vivir.
Este nuevo sistema no me parece malo. Es mejor opción que estar en una UCI pero, tan acostumbrado a vivir en la calle, hay que aprender de nuevo, a vivir.
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