Cuando veo mis manos veo las manos que trabajaban los veranos para pagarme mi carrera.
Veo las manos que nunca mecerán a un hijo, aunque mecieron a mis sobrinos.
Las manos encallecidas de pasar tantas horas en el gimnasio porque no quería llegar a mi casa.
Las manos que tocan el rostro de mi madre, con esa piel tan suave, fruto de los años.
Las manos que dan trabajo, que ayudan a otras personas, que hacen informes positivos y puntualmente, algunos negativos.
Las manos que acarician a mi perro.
Las manos que secan mis lágrimas.
Las manos que me abrazan y me dan consuelo.
Las manos que cogen mis compañeras.
Las manos que tocan a mis amigos.
Las manos que hasta no mucho, estuvieron enamoradas.
Siempre han sido fuertes.
Siempre han sido venosas.
Siempre han sido tiernas.
Siempre han ayudado.
Son unas buenas manos.
Choca esos cinco, amigo. Un abrazo.
ResponderEliminarChocados. Un abrazo Jfb.
EliminarBuena reflexión. Siempre es bueno saber que se puede contar con unas buenas manos,las tuyas. Un saludo
ResponderEliminarson unas buenas manos. siempre me han ayudado y me han ayudado a conseguir aquello que yo quería... o al menos a intentarlo.
Eliminarcon ellas resolvíamos problemas de estadística. te acuerdas???
tb salimos con ellas por el Barrio un jueves, o quedábamos con ellas en Torrellano para hacer el curso de FAD, o comíamos con ellas y con toda la tropa en Crevillente.
un abrazo Eva!!!