Pues hace la friolera de 15 años anduve por Zaragoza por primera vez.
Se casaba la hija del amigo de mi suegro de aquella época y claro, tuve que ir al lado de mi novia, tb de aquella época.
Dormíamos en colchones en el comedor y Armando, que así se llamaba el padre de la novia, cuando se levantaban (su mujer y él) de la cama me decía a mi, un extraño, "acuéstate en mi cama antes de que te la quiten".
Armando era moreno, muy ancho, bajo y destacaba por unos ojos muy azules, muy intensos.
Trabajaba en la metalurgia y como buen maño, nos cantaba jotas en los postres.
Con él estuve de tapas por Zaragoza. Con él, el padre de mi novia y su hermano e intuía que al que mejor le caía era a Armando.
El me enseñó como ser un buen anfitrión y nunca nadie fue tan generoso conmigo como él esos días.
Hoy he vuelto a ver la calle de vinos de Zaragoza y si, me he acordado enseguida de Armando.
Creo que al año de visitar Zaragoza me disgusté con mi novia, o mi novia conmigo, que mas da y a los tres meses me llamó para hablar..
Me dijo, a que no sabes quien te manda recuerdos?, a lo que yo contesté (un poco cínico), tu madre (que tampoco me podía ni ver)? a lo que contestó, no, Armando.
Así que esta entrada va por el bocadillo de calamares que me comí con Armando, el que me enseñó a ser un buen anfitrión.
Bocata de calamares...qué pequeño gran lujo gastronómico. Saludos.
ResponderEliminarDurante 4 años estuve yendo a La Fe con mi ex pareja. Nos levantaba mos a las 5.30h... a las 8h análisis y luego una larga espera hasta la consulta. Peeerooo en un barecito de al lado nos hincabamos un bocata de calamares y una coca cola...jj. Un abrazo jfb!!!
ResponderEliminarA mi me recuerda a los famosos bocatas del bar Aurelio, frente al instituto Figueras Pacheco. Por cierto, sigue estando ahí y ummmm buenísimos los bocatas de calamares jaaajaaa.
ResponderEliminarBuen tipo Armando, ya entreveía que la cosa no iba bien jaaajaaa.