Hace muchos años, cuando
entrabas en las iglesias se solía hacer algo que resulta precioso pero
sobretodo necesario, era recordar a las personas que ya no están con nosotros.
Para recordarlos se ponía una vela, una vela en la oscuridad que se
encendía con todo el amor de tu corazón. Era algo que aún siendo ateo
sabes que una vela tiene cierto poder, comunica y dice algo importante más allá
de ideas religiosas.
Recuerdo hace muchos años, siendo pequeña, haber entrado en
una iglesia y descibrir como habían sustituido las velas de cera de toda la vida por un sistema
en el cual tú metías una moneda y una bombilla se encendía un ratito...
Recuerdo mi sorpresa, una controlada indignación por aquél absurdo, no
me parecía serio que se pusieran bombillas que se apagaban 5 min. después de
haber dado tu moneda.
Con los años fui dejando de visitar iglesias... olvidé las velas
de 5 minutos. Pero de pronto alguien me las ha recordado, él viene de
otro país y se ha sorprendido tanto como yo en mi niñez de ver esta cosa tan poco natural, tan fría, tan absurda.
¿En que sociedad
nos estamos convirtiendo? Cuando lo espiritual, el fuego
que nos hizo humanos, el fuego que iluminó las cavernas, el fuego que se alzó
sagrado, el fuego que portaba el chamán, el fuego que era mensajes de nuestros ancestros
y predecesores en eso que llaman muerte, cuando la conexión con aquellos que se
adelantaron se convierte en bombillas temporizadas. Nos estamos convirtiendo
en una sociedad sin alma.
Hoy en casa, en mi caverna del siglo XXI hay una vela, una vela blanca, de verdad. Aunque
ellos están siempre con nosotros en la memoria... la tradición nos dice
que hoy ellos están más cerquita de nosotros.
La vela nos transmite, nos recuerda lo mucho que los añoramos, lo
mucho que nos hacen falta a pesar del tiempo, a pesar de ese espacio enigmático que nos
separa.
Está muy bien Nieves, que puedas seguir conservando en tu corazón ese sentimiento y manteniendo tus velas encendidas en nombre de tus seres ausentes y queridos, un abrazo!
ResponderEliminarEl fuego que cosa tan maravillosa. Saludos.
ResponderEliminarQuizás se tenga en cuenta que ese método es limpio.
ResponderEliminarBesos
Tienes razón Vero, limpio es. Mas limpio que una bombilla pocas cosas, aunque para ello hay que a un lado lo espiritual y lo de verdad. Imagino que lo importante es la intención y el recuerdo que envuelte este acto.
EliminarBesitos amiga vero :) Me gusta verte por aqui
sigo prendiendo velas desde mi casa
ResponderEliminarLas comprare rojas para las navidades
un abrazo
Una buena reflexión y un buen recuerdo para esos seres queridos que solo han dejado de estar entre nosotros físicamente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias recomenzar. Gracias Macondo.
ResponderEliminarson dias muy especiales aunque todos sabemos que siempre están en nuestra memoria... cada día.
un fuerte abrazo :)