Tú nos dijiste que muerte no es el final del camino, que aunque morimos no somos, carne de un ciego destino.
Tú nos hiciste, tuyos somos,
nuestro destino es vivir,
siendo felices contigo,
sin padecer ni morir.
Siendo felices contigo,
sin padecer ni morir.
Cuando la pena nos alcanza por un hermano perdido cuando el adiós dolorido busca en la Fe su esperanza.
En Tu palabra confiamos con la certeza que Tú ya le has devuelto la vida, ya le has llevado a la luz.Ya le has devuelto la vida, ya le has llevado a la luz
Cuando, Señor, resucitaste,
todos vencimos contigo
nos regalaste la vida,
como en Betania al amigo.
Si caminamos a tu lado,
no va a faltarnos tu amor,
porque muriendo vivimos
vida más clara y mejor.
Porque muriendo vivimos
vida más clara y mejor.
Los Himnos tienen eso, traen la fuerza y la esperanza. Pero ya que la cosa va de himnos militares, a pesar que yo no soy de ejércitos siempre fui de la legión y su himno, me he llevado años escuchándoselo cantar a mi padre, que aunque no fue de la legión tuvo que convivir con los legionarios cuando estuvo en el servicio militar obligatorio en el zahara en la frontera con Mauritania. La letra...
ResponderEliminarLa sé hasta cantar Roberto :)
Nadie en el Tercio sabía
quién era aquel legionario
tan audaz y temerario
que en la Legión se alistó.
Nadie sabía su historia,
mas la Legión suponía
que un gran dolor le mordía
como un lobo el corazón.
Más si alguno quién era le preguntaba,
con dolor y rudeza le contestaba:
Soy un hombre a quien la suerte
hirió con zarpa de fiera,
soy un novio de la muerte
que va a unirse en lazo fuerte
con tan leal compañera.
Cuando más rudo era el fuego
y la pelea más fiera,
defendiendo su Bandera,
el legionario avanzó.
Y sin temer al empuje
del enemigo exaltado,
supo morir como un bravo
y la enseña rescató.
Y al regar con su sangre la tierra ardiente,
murmuró el legionario con voz doliente:
Soy un hombre a quien la suerte
hirió con zarpa de fiera,
soy un novio de la muerte
que va a unirse en lazo fuerte
con tal leal compañera.
Cuando al fin le recogieron,
entre su pecho encontraron
una carta y un retrato
de una divina mujer.
Y aquella carta decía:
"...si algún día Dios te llama,
para mí un puesto reclama
que a buscarte pronto iré".
Y en el último beso que le enviaba,
su postrer despedida le consagraba:
Por ir a tu lado a verte,
mi más leal compañera,
me hice novio de la muerte,
la estreché con lazo fuerte
y su amor fue mi Bandera.
Yo también tuve que aprenderme ese himno y eso que hice la "mili" en La Linea de la Concepción, pero tuve un capitán en la compañía que había esta do en el Sahara cuando la marcha verde.
EliminarComo se llamaba el capitán. Te acuerdas?
EliminarQuizás mi padre coincidiera con él. Mi padre estuvo en la época de la marcha verde. :)
Estuvo muy poco tiempo, era muy joven y había sido condecorado por el que fuera Rey Juan Carlos por acciones heroicas en el Sahara,(¿que no haría él?), su carrera debió ser meteórica pues enseguida ascendió y lo cambiaron de destino.No recuerdo su nombre.
EliminarSe lo comenté a mi padre y estuvo toda la sobremesa de ayer contándome batallitas del Zahara. Y la verdad es que a mi me encanta porque al ser un lugar tan peculiar ya te puedes imaginar lo que da de si 18 meses en mitad de un desierto por mucha mili que fuera.
EliminarUn besito Jesús :)
Sentido poema homenaje, Roberto, un abrazo!
ResponderEliminarEsperanza. Ojalá el final sea solo el principio. Un abrazo mc
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