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martes, 20 de septiembre de 2016

Una mariposa.-



Fue en un instante.

Estaba gravemente enfermo y de pronto, dejó de respirar.

Pitidos, carreras, llantos... él veía todo lo que estaba pasando desde fuera de su cuerpo y es que ese cuerpo, ya no le pertenecía.

De pronto, vio una mariposa y la tocó.





Un mundo de luces y sombras y una paz como nunca había experimentado invadió todo su ser.
Habían arroyos de aguas cristalinas, árboles altos y frondosos, prados tremendamente verdes y un camino, El Camino, su Camino.

Empezó a caminarlo y empezó a encontrarse con sus seres queridos.

Esa perra que murió envenenada fue su primer encuentro.

Fue un abrazo eterno, lleno de lametones, ansioso, lleno de amor y bienestar.

Siguió caminando. Sus amigos... el que falleció de esa enfermedad tan horrible, el que murió en ese accidente de tráfico... eran los amigos a los que hacía que no veía más de una década y estaban igual que como los recordaba, con la misma sonrisa, con la misma forma de andar y de hablar... y continuó otro tramo, con su perra, a la que tanto quiso, y encontró a su padre, haciendo crucigramas, en su mecedora, con sus pantalones cortos, y a su hermana, pintando figurillas, con su eterno paquete de ducados... y todo era paz, todo fluía como nunca jamas había fluido, en ese lugar tan hermoso, con esos seres tan queridos.

Y tuvo que regresar. Había una madre que lloraba y unos amigos a los que consolar.

Y vio un acto frío y triste y él solo pensaba, si estoy bien, si jamas he estado así, si no debéis llorar sino alegraros de que esté donde estoy...

Y decidió durante un tiempo, cuidar de los suyos en la Tierra. Tenía una madre a la que besar y unos amigos con los que estar, en sus charlas, en sus recuerdos...

Y es que el final, solo es el principio... y solo hay que estar atento, muy atento, en seguir y tocar a la mariposa.

6 comentarios:

  1. Si solo fuera nuestra decisión no? Quizás no solo dependa de lo que deseamos, sino de lo que el destino nos tiene preparado, en este caso, esa mariposa, Roberto, un abrazo!

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  2. Lloramos por nosotros, por los que nos quedamos cuando alguien se va.....en cierta forma es egoísmo.

    Saludos

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  3. Pues para quien hemos tenido esa mariposa cerca sabemos lo fácil que es llegar al otro lado.
    No hay ninguna gana de tocar esa mariposa y si mucha de vivir una vida completa, llena de luces y sombras pero eso es vivir.

    La mariposa que espere que nosotros vamos a vivir Roberto :)

    Beso

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  4. yo estaré pendiente, cuando llegue el momento, de mi mariposa. estaría wai eso de que la muerte solo fuera el principio y recorriéramos otro camino lejos del jefe c., del dinero, de la marcha de nuestros seres queridos y de las enfermedades. ojalá todos tengamos una mariposa a la que tocar.

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  5. Yo también quiero que exista esa mariposa a la que tocar, pero como Nieves deseo que me espere un largo tiempo.
    Un abrazo.

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  6. Poética, aleccionante, y metafórica razón, a pesar de todos los avatares. Un abrazo. Carlos

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