Encuentros antes del alba: Miguel Hernandez.

lunes, 9 de diciembre de 2019

En Orihuela,tu Pueblo y el mio...

Es GRANDE como un vikingo, silencioso como las noches tranquilas. Lleva cicatrices de viejas batallas, pero su corazón sigue latiendo como si fuera el último dragón de la tierra. Es un hombre de cosas sencillas, de aventuras y carreteras secundarias, de amigos, de su moto, de charlas tranquilas, de besos y de abrazos, despertar con música, de películas con alma y de tenerlo todo bien pensado y organizado. Llegó a mi vida traído por las mareas y el azar, poco a poco fue entrando en mi vida dulcemente y ahora ya nadie podría ocupar su lugar en mi corazón. Es paciente y comprensivo, el amigo que siempre estuve esperando, con el que comparto mi mundo, un mundo que igual hemos ido creando y haciéndolo mas grande y fuerte. Su mejor cualidad su empatía, saber ver mas allá de nuestra armadura, su espíritu de aventura, su entrega en un trabajo fabuloso, no haber olvidado al niño que sigue en él.

Llevaba plumas en el pelo y es que aunque hubiera pasado el tiempo, denotaba un pasado alternativo. Era un referente familiar y de amistad y es que, no había nada como pasar la tarde con la tita Nieves envueltos en historias piratas y en meriendas imaginativas. Cuando las olas medían 20 metros y estabas perdido en la noche y en la lluvia, era un buen faro. Con ella era imposible perderse, no ver un rayo de luz, prever en unas horas la calma y conseguir cierto bienestar. Un espíritu libre en un cuerpo humano. El resto era demasiado formal para ella. Lo mejor, su inquietud y creatividad. Esas neuronas no estaban hechas para lo normal. Su mundo no era el de las pertenencias y la materialidad. A ella solo le interesaba lo espiritual. Sus aficiones, su blog, su cine de acción y de ciencia ficción, y su redacción, encontrándose algunos de sus cuentos y relatos entre los mejores. Su mejor cualidad, ver siempre lo mejor. Con nadie mejor podría haber creado un blog.

*

lunes, 9 de diciembre de 2019

Miguel Hernandez.

2 comentarios:

Silva

Llana

.

.