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domingo, 16 de abril de 2017

El silencio atronador.-



Después de un sábado de excesos, de comida, de bebida, de ruído, llega el delicado momento de "levantar" al día siguiente.
El agua, el paracetamol, el café con leche... todo sin lavarte la cara y acompañado de un rato de sofá, hasta que el cuerpo empieza a funcionar.
El grupo ya está por ahí, moteando, destino a Benidorm, a un Hard Rock y pienso, si bebí y comí menos que ellos, como puede ser que me saquen dos horas de ventaja??? y lo único que se me ocurre, es la costumbre, que tienen más costumbre que yo en salir, y en comer, y en beber...
Siempre me llama la atención el silencio atronador en los días de resaca. Ni los ruídos propios de los vecinos, las teles apagadas, los vecinos durmiendo, o paseando, o planificando el segundo día de mona con amigos y familiares y esas conversaciones internas que siempre tengo conmigo, esas que te hacen ser tu mejor amigo y planificar tus momentos solitarios en hacer alguna taréa en casa, o ir a comprar, o llamar y preguntar a los amigos ¿donde estais? también desaparecen.
Con la idéa de "nunca jamás volveré a tomarme un brugal", sabiendo que es mentira, que siempre y de cuando en cuando, en esos momentos de grupo, de pasarlo bien, siempre lo tomas, afrontas el día.
Día de tele, de sofá, de café... hasta que comes y parece que todo mejora, pero día de un silencio atronador que te devuelve a tu situación.
Para esta tarde haré planes. saldré a hacer algo y a callar el silencio, el silencio de la libertad pero también el de la soledad.






9 comentarios:

  1. Nunca digas nunca jamás. Bonito relato introspectivo. Saludos.

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  2. Hola pero que precioso tu relato me encanta tiene que ser muy emocionante eso de las motos y la gente lo mejor seguro. Saludos

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  3. Hola Roberto, deseo que en estas Pascuas encuentres a alguien que acompañe tus resacas, o mejor aún, puedas disfrutar sin llegar a ellas, de momentos inolvidables, un abrazo!

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  4. En ello estoy MC...:)
    Gracias a todos por leerme. Un abrazo!!!

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  5. La resaca nos lleva a prometer no volver a embriagarse. Pero es cuento, como eso de no me vuelvo a enamorar. Un abrazo. Carlos

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  6. Pues me extraña Roberto, porque con un paracetamol antes de acostarte, amaneces como nuevo!! :P

    Me ha encantado tu relato/pensamiento! :D

    Abrazo =)))

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  7. Lo probaré Lil... con un buen vaso de agua...jj. Un abrazo!!!

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