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martes, 18 de julio de 2023

El mismo examen, cuatro exámenes diferentes.-

El mismo examen, cuatro exámenes diferentes.

 

Quino, espectacular.

No se había leído el temario y se lo tuvimos que dejar.

Lo aprendió rápido y se marcó una kata de diez sobre diez, mostrando mucho nivel.

 

Jose, en su línea.

Sonrisa en los labios, nervioso pero sereno, humilde, empatico, cercano... otro diez.

Entrena todos los días y se notó.

 

Trino, no lo seguí mucho.

Estuvo con nosotros, callado pero muy cercano.

Físicamente y técnicamente muy similar a mí.

 

Y yo, muy orgulloso del examen.

Esas tres horas las dividí en mi mente en cinco etapas y simplemente, iba cubriendo etapa tras etapa haciéndolo todo lo mejor que sabia.

Error, se me olvidaron los kimes en la kata.

Error, mi compañero, mi uke, “como pollo sin cabeza”.

Se equivocó en los tres ejercicios que hicimos juntos pero tuve la suficiente serenidad de corregirlo.

Acierto, mi autocontrol y serenidad, que realmente, me llamaron mi atención.

 

Todo fluyó inmensamente mejor de lo esperado.

En conjunto, teníamos técnica, físico y estábamos por encima de la media del grupo.

El tribunal nos trató muy bien, ante el calor, 38 grados, se nos permitió beber y todo se hizo con descansos, sin prisa, con tiempo para recuperarnos.

 

Lo peor del conjunto, en mi opinión, la kata.

Éramos cuatro, cada uno hizo su kata, a su ritmo y nos faltó coordinación.

Veníamos de la misma escuela, con el mismo sensei e íbamos descordinados.

 

Muy contentos con nuestro apto, nos fuimos a comer por San Vicente de Raspeig, a celebrarlo, y el sacrificio, y el esfuerzo, y la constancia y ...el coraje, tuvo su recompensa.






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