Nevando en Torrevieja. -

“Nunca nieva a gusto de todos”..., pero ver nevar en Torrevieja, Campoamor o en La Zenia, a nivel del mar, con una altitud 0, quizás sea algo inexplicable.

  

Después de unas inundaciones en la Vega Baja del Segura como las de diciembre, nos encontramos con una nevada inexplicable, para dar paso a un verano caluroso, de esos de llevar la camisa pegada a la espalda todo el día y de insomnio de verano caluroso e insoportable.

  

Imagino que será los efectos del cambio climático, que en 300 años de revolución industrial, nos estamos cargando el planeta.

  

Ciudades con altos niveles de contaminación, empresas que se ubican en Sudamérica o en África ya que los controles y permisos son más sencillos de eludir o conseguir y en fin, desde el que tira plásticos en la playa o en el monte, hasta el empresario que monta su “chiringuito” en la India, aprovechándose de la legislación y de la mano de obra barata de ese país.

  

El caso es que nos estamos cargando el planeta. La Antártida se descongela, cada vez el verano empieza antes y acaba después, despropósitos climáticos, extinción de especies, la capa de Ozono y sus cánceres de piel... y bueno, lo único que tenemos de verdad para dejar a nuestros sucesores se lo dejaremos en unas condiciones pésimas.

  

Tb tenemos la posibilidad de comer peces de piscifactorías, verduras regadas por inmersión con aguas contaminadas de ríos, comer carne hormonada... hasta que alguien dice, “en la vida han habido tantas enfermedades graves como ahora”, pero quizás nuestro estilo de vida y nuestra alimentación nos estén hablando, pero eso es ya otro tema.

  

Estaría bien que lloviera en otoño y en primavera, y que se vieran los campos verdes y con azahar con esa eclosión de vida en forma de plantas y animales que salen de sus guaridas para procrearse y dar lugar a más vida.

  

Tb estaría bien que la capa de Ozono se restableciera y que los Polos dejaran de descongelarse, y salir a la calle sin tanta protección solar, y no pensar que los osos polares van a desaparecer, y que los cánceres de piel dejaran de existir, y que los pingüinos, focas y morsas siguieran yendo “a su bola”, comiendo pescado entre las aguas gélidas de la Antártida, que si están allí será por algo, digo yo...

Tb estaría bien comer hamburguesas sin estar hormonadas, tomates que supieran a tomate, peces sin anisaqui y en fin, llevar una vida ordenada, acorde con la naturaleza, sana, sin tantas enfermedades ni tantas dolencias, que parece ser que el cuerpo humano está para durar 100 años, y de los 80 años, con las anteriores generaciones, no pasamos.

Y en fin, dejar un buen legado de montes verdes, aguas azules, cumbres con nieves, animales salvajes, océanos con ballenas, Polos con osos polares... y tomates que sepan a tomates.