Recuerdo perfectamente mi Semana Santa.
358 kms llorando y lloviendo.
Tres días con la compañia de mi madre.
Seis meses después miro atrás y solo veo mi presente.
Ahora corro y ando mucho, me he rodeado de gente auténtica como Rosa, su familia, mi compañera Marisa, Alberto,...
He buscado la compañía de mi tía, mis primas, mi hermano, mi cuñada, mis sobrinos.
He sentido la decepción de unos pocos amigos, pero la suma, es positiva.
Y hoy, con el teléfono lleno de actividades, por si fallan unas, tener otras.
Mi mantra, dejar pasar el tiempo, distraer la mente, castigar el cuerpo para doblegar la mente, y ha funcionado, pero no puedes dejar pasar el tiempo, sin buscar oportunidades, sin cambiar de actitud, sin hablar de la ansiedad a unos pocos y cercanos amigos y familiares.
El secreto.
Confiar en tu cuerpo, confiar en el proceso, rodear te de buena gente y hoy, doy por finalizada mi crisis, con otras flores, distintas, con otro perfume... Pero Rogers tenía razón, todas las crisis, te llevan a cambios.
He tenido que ser una oruga antes de ser una mariposa pero hoy, he echado a volar.
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