Levantarte temprano un domingo, con tiempo de sobra para poder tomarte un café, fumarte un cigarro, y entre el café y el cigarro, equiparte.
La chaqueta y los guantes son lo último.
Con los guantes pierdes el tacto y con la chaqueta parte de tu movilidad, que la cordura y las protecciones con las articulaciones de hombros y brazos nunca se han llevado bien.
No vale cualquier chaqueta, debe ser la chaqueta, esa que me compré en Elche hace 20 años, esa que cada mayo guardo en el armario en una funda para reencontrarla en noviembre, solo puede ser esa.
Mariposas en el estómago. Buena señal. Señal de que tu cerebro te recuerda que Bonnie, como cualquier caballo blanco, se puede asustar y te puede tirar.
Lo imprevisto en una cuneta, un poco de gravilla en una curva, la imprudencia de un conductor... pero siempre confío en Bonnie, en sus ruedas tan negras, en su docilidad, en su capacidad de frenar o acelerar y hasta la fecha, siempre me ha ayudado a mantener mi integridad.
La llegada al punto de reunión. Importante.
Todos tienen mariposas en el estómago, pero ninguno lo dice.
Todos sonríen, bromean, se ultima el trayecto hasta que se cierra el cielo, aparecen las nubes y se escuchan los primeros truenos, el arranque de 12 motos de gran cilindrada.
Un grupo seguro, donde Miguel abre el grupo, donde el más experimentado va al final recogiendo a los rezagados, a los menos expertos, una carretera comarcal con curvas y paisajes donde a veces, se produce un momento místico donde, relajas los hombros, la mirada y la moto se funde con tu cuerpo, con la carretera y con el paisaje y en ese momento, solo en ese momento y durante esos segundos, solo durante esos segundos, eres tremendamente feliz.
Montar a Bonnie es solo una elección, la elección del domingo, la que no se negocia, la que no se desecha. Es... la elección.
Estos hombres agrupados en motocicletas me llevan a recordar a los vaqueros con sus caballos en la películas del antiguo oeste, debe ser una sensación similar, un abrazo Roberto!
ResponderEliminarY no había visto antes ese manuscrito con esos pichichus hermosos, un abrazo Roberto!
ResponderEliminarQue son pichichus cris ? Nunca lo había escuchado :)
EliminarYa sabes lo mucho que me gusta Bonnie, leer como cuentas estos momentos con ella es descubrir tu pasión. La que no se negocia, porque bonnie está conectada contigo, su motor y tu corazón bombean al unísono.
ResponderEliminarMe encanta como escribes, me encanta como lo cuentas.
beso
Pues tenemos chicas en el grupo. Natacha con una hd de 1600cc. Inma con una suzuki de 800cc. Ana con una Honda de 500cc... y no se quedan atrás...:)
ResponderEliminarQue son pichuchos...?
Se antoja un domingo como ese, eh? sólo falta la Bonnie.... ;)
ResponderEliminarBesos =))))
Nieves y Roberto: Les decimos pichichus a los perritos, por un personaje de García Ferré llamado así, es derivado de pichicho, modismos de cada país ja ja ja.
ResponderEliminarAaaah. :) Son los perritos de nuestra vida, los que están y los que se nos fueron, bueno y Luna, la gata de nuestro corazón.
EliminarUn besito cristina ;)
Cuando vendí mi última moto para comprarme un coche me di cuenta de que estaba haciéndome mayor.
ResponderEliminarUn abrazo.