"Ojalá aprendas que lo verdaderamente importante son las cosas simples, que de nada vale complicarse la vida, atormentándote por el pasado, por lo que no se dio, por lo que no dijiste. Ojalá aprendas que las personas que tendrían que formar parte de tu vida son aquellas que te miran a los ojos al hablar y te desnudan el alma, el resto son tan solo una compañía. Ojalá aprendas a rescatarte del pozo de las hondas tristezas y darte la oportunidad antes, de escuchar qué te quieren enseñar. Ojalá descubras que los que se fueron fisicamente nunca dejarán de existir. Tal vez no puedas verlos, pero eso no significa que se hayan ido del todo. Ojalá nunca te rindas, que cada tormenta encienda con fuerza el sol que se esconde tras tu mirada cansada. Ojalá aprendas a no ir en piloto automático, a no volverte gris y si eso sucede, ojalá tengas la valentía de correrte del camino y mirar si es por ahí donde realmente querés ir. Ojalá no tengas miedo a volverte real, sin máscaras. Ojalá seas vos, todo el tiempo. Ojalá aprendas a decir tu verdad antes que enferme tu cuerpo y tu espíritu. Ojalá no esperes fechas especiales para decirle a esa persona todo lo que la amás. Ojalá no fuera tan difícil pero si eso pasa, decilo igual, aunque te quemen las mejillas de la vergüenza. Ojalá aprendas que nadie es eterno, perdoná, perdonate vos por sobre todas las cosas. Ojalá crezcas sabiendo que a veces se gana y a veces se pierde, que son las dos caras de una misma moneda y esa moneda te juro que es una ilusión. Ojalá te abrazaras más, te entendieras más y te juzgaras menos. Ojalá supieras que hiciste lo mejor que pudiste, que nunca es tarde para intentarlo de nuevo. Ojalá siempre estés rodeado de los que admiran tu luz, pero si algunos notaras que te la quieren apagar, no te enojes, ellos también hacen lo que pueden, dejalos ir. Ojalá estas palabras jamás las olvides, pues yo no podré hacerlo, ya están tatuadas a fuego en mi corazón. Ojalá..."
*Naty Lewitan*
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