había una vez un hombre que era muy pobre y solo tenía un cuenco en el que poder comer y beber.
un día fue a buscarlo y se lo habían robado.
el hombre se enfadó muchísimo y buscó, y preguntó y maldijo... por haber perdido lo único que poseía, y gritaba, y maldecía y blasfemaba...
al día siguiente cuando se levantó vio a un perro que bebía de un charco y comía del suelo y aprendió del perro que su cuenco, carecía de importancia.
simplemente ahuecó un fruto e hizo de el un nuevo cuenco, su cuenco, el cual le servía para beber y comer y aprendió de un perro vagabundo a deshacerse del único objeto material que poseía... un cuenco.
aprendió a "deshacerse" de lo único que poseía y recordó que a este mundo venimos sin nada y nos vamos de el tal como venimos... con las manos vacías.
Lovely photo!
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discúlpame pero no se inglés. quizás puedas hacerme el comentario en castellano???
Eliminarde igual formas, recibe un fuerte abrazo!!!
Roberto para eso están los traductores jaaajaaa. No había escuchado nunca esa parábola, cuento o como quiéramos llamarlo. A veces lo mas sencillo y habitual nos da la mayor felicidad. Un saludo
ResponderEliminarSiento mi gramática pero entre que mi teclado es inglés y no veo bien a media distancia...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y gracias por colaborar!!!