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jueves, 29 de diciembre de 2022
Diciembre.-
domingo, 11 de diciembre de 2022
Berbe.-
Mi amigo Berbe, cuando le decía, "eres mas malo que un dolor de muelas..." siempre se reía.
Era un hombre bueno con un corazón que no le cabía en el pecho.
En los ocho años que lo traté, nunca discutí con él, siempre lo llamé cuando organicé algún almuerzo con la moto, siempre lo ayudé con su smarphone, lo escuché con sus problemas y sobre todo, me reí, con sus chistes, sus historias, sus comentarios.
Siempre se ofreció a ayudarme. Con mis motos, en mis reformas domésticas, en mi analfabetismo mecánico y constructivo, siempre se ofreció a ayudarme y en rara ocasión, acepté su ayuda.
Cada vez que iba a Elche me llamaba con su "te invito a almorzar" y yo le respondía con mi "voy a tope de trabajo, hoy no puedo" y nuca fue con mala intención, simplemente "iba a tope de trabajo y no podía".
Te echo de menos y siento que estos años de pandemia, confinamiento, tan raros, no haber ido mas a tu bar, a charlar, a reir, a escucharte.
Debiste perder "cinco kilos", como te dije.
Ir al fisio, como te dije.
Vender tu moto y haber comprado una infinitamente mas ligera, como te dije.
Haberte disgustado menos y haber cogido "menos pesambres", como te dije.
Y ahora, estoy disgustado contigo por haberte muerto porque uno de mis km0, era tu bar, con tu compañía, con tu charla, con tus risas y ahora, ya no estás.
No te voy a desear que descanses en paz.
Solo se que si cuando mueres, hay algún sitio donde están los hombres bueno, ahí vas a estar tú, contado el chiste de la monja que cosiendo y sin querer, hizo con la tela un pene y lo soltó de golpe, o recitando esa poesía tan larga que te sabías.
Así que estés donde estés, te deseo que hagas mucho ruido, que juegues al dominó, que te fumes un puro y que te bebas un asiático, que cuentes chistes de monjas, que te metas con los curas y el día que yo ya no esté, si ese sitio existe, que estaré a tu lado.
Así que cuídate amigo y guárdame sitio.